MONASTERIO DE SAN PELAYO
IGLESIA. Siglo XVI
El actual templo se levantó en la última década del siglo XVI sobre otro medieval de menores dimensiones.
Es una iglesia de una sola nave sin transepto, de estilo clasicista, articulada con arcos de medio punto y bóveda de medio cañón con lunetos. El autor de la traza fue Leonardo de la Cajiga, arquitecto trasmerano.
Originalmente el altar estaba en la pared de la entrada, cuya ubicación fue modificada tras la restauración llevada a cabo por el arquitecto Juan Vallaure a mediados del siglo XX.
Debajo del altar mayor se encuentra la urna que contiene las reliquias del niño mártir San Pelayo.
CORO. Sillería de nogal, siglo XVII
“El coro es el lugar en el que se reúne la comunidad varias veces a lo largo del día para rezar. Desde hace más de mil años, en este lugar, se invoca el nombre de Dios para alabarlo, darle gracias y presentarle oraciones por todos.”
Originalmente, como el altar estaba en el lado opuesto, las monjas se dirigían al presbiterio desde detrás de los fieles, y se disponía de coro alto y coro bajo.
La sillería, de estilo clasicista, procede de la venia Iglesia del Monasterio de San Vicente (actual parroquia de Santa María de la Corte), de la misma orden benedictina, tras su exclaustración.
CLAUSTRO CENTRAL. Siglo XVII
“Es el corazón del monasterio: la morada de la Comunidad y también el lugar de las procesiones. Se construye en torno a un pozo, que recoge el agua de un manantial, y está abierto a la luz del día.”
Había, en este mismo lugar, un claustro medieval, ahora desaparecido. El claustro actual es diseño de Melchor de Velasco en 1657 y fue levantado por Ignacio del Cajigal entre 1664 y 1666 con alguna alteración respecto al proyecto original. Ambos eran arquitectos trasmeranos de renombre. El estilo es austero y clasicista dentro del barroco. En el centro se sitúa el pozo de la comunidad con un templete clasicista.
CLAUSTRILLO. Arcos del primer románico en Asturias, ca. 1053
Este pequeño claustro recoge los testimonios de distintos estilos artísticos que se sucedieron a lo largo de la historia en el Monasterio; desde los arcos del primer Románico del siglo XI hasta una pintura al fresco del siglo XX.
En una de sus esquinas se encuentra la torre campanario diseñada por Melchor de Velasco en 1654.
En el lado este se conserva un vestigio del primer románico asturiano, una arquería con interesantes capiteles. La actual configuración data probablemente del siglo XVIII.
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